Si se habla de obras que hayan logrado que el anime tenga el puesto que goza actualmente, lo más probable es que títulos como Akira (Katsuhiro Otomo, 1988) o Ghost in the Shell  (Mamoru Oshii, 1995) aparezcan por el lado de los largometrajes que nos llegaron en la década de los noventa. Sin embargo, por el lado de las series animadas para TV, es Neon Genesis Evangelion (GAiNAX, 1995) la que termina siendo el referente más importante en ese medio.

Recientemente nuestro editor en jefe estuvo de viaje en Japón. Él me comentaba acerca de la fuerte presencia de Evangelion en paneles y demás piezas publicitarias. A estas alturas no debería resultar ninguna sorpresa, la influencia de este título sobre la gente se mantiene.

Desde su estreno en el lejano 1995, Evangelion tomó por asalto a propios y extraños. Una serie que apelaba a ciertas fórmulas ya postuladas por la franquicia «Mobile Suit Gundam» de Yoshiyuki Tomino desde el año 1979 y, la influencia más grande del director de Evangelion, la cancelada serie de TV «Space Runaway Ideon» de 1980. Estas eran presentadas en un empaque más digerible para una nueva generación. De paso también, sin ser esa la intención, a un público occidental lo suficientemente impresionable con la «Japanimation».

No pienso aburrirlos acerca del arquetipo de personaje que Shinji representa. Mucho menos con postulados filosóficos de Kierkegaard -cuyo guiño en el episodio 16 es innegable-. Lo que sí les voy a decir es que Evangelion es un producto de su tiempo. Un tiempo donde el futuro no pintaba para nada bien para nueva generación. Precisamente un periodo luego de la crisis financiera de Japón, esa «década perdida» que los japoneses recuerdan. En donde la presión de papá y mamá estaba sobre la juventud de inicios de los noventa. Esos hijos con padres que ya habían logrado ciertas metas -casa propia o movilidad personal- a la edad actual de esos hijos. Donde el empleo prometido ya no era de acceso para todos. Tener un «conocido» era clave para asegurarse un buen puesto y facilitarse un poco más la vida.

Con ese escenario en consideración vemos a Shinji entrar a una organización que excede por mucho sus habilidades y experiencia. Y recordemos este detalle: Entra porque su padre lo manda a llamar. Claro, después de todo él es el único que puede mover a la Unidad 01. Tener una vida normal, como la vista en el episodio 26 de TV, ya no es una opción. Todo esto luego de un evento devastador que arrasó con dos tercios de la humanidad. Donde solo la élite ligada a NERV cuenta con privilegios. Esto se hace patente con Touji Suzuhara aceptando ser el nuevo piloto bajo la condición de transferir a su hermanita a un mejor hospital.

Es común que el director Hideaki Anno se lleve el aprecio del público. Sin embargo sería una ligereza ignorar la influencia de Yoshiyuki Sadamoto, el encargado del diseño de los personajes y mangaka oficial de Evangelion. Sino fuera por él no tendríamos los conceptos de la sincronización basados entre los pilotos y sus Eva. Y sobre todo el manga de Evangelion. Este nos narra la historia que ya conocemos desde su particular perspectiva y hasta ahonda en algunos personajes.

Neon Genesis Evangelion ya llegó a Netflix. La plataforma de streaming por suscripción más popular a nivel mundial. Y ha llegado junto con DEATH (TRUE)² y The End of Evangelion, siendo esta última la película que sirve como la respuesta de Hideaki Anno a los detractores de los episodios 25 y 26 de la serie de TV.


Quien firma esta nota ya tiene un maratón pendiente para este fin de semana. Soy un fan más y Evangelion es mi anime favorito. Ojo, eso no necesariamente quiere decir que sea el mejor para mí, eso ya es tema para otra nota.

Y sí, definitivamente contiene fan service.

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Aficionado al manga y el anime. Los videojuegos me enseñaron más inglés que las clases en cualquier lado. La mayonesa sobre el chaufa es la muestra fehaciente que estamos avanzando en la dirección correcta como especie.

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